8 de diciembre de 2016

OLIGARQUÍA ENFERMERA (2)

La semana pasada las RRSS ardieron con múltiples y variados comentarios acerca de la pertinencia o no de nuestra entrada semanal, podéis volver a recordarla aquí. Ante los mismos, nos ofrecimos a subsanar datos equivocados o falsos si se justificaban documentalmente. Pues bien, nadie nos ha señalado ningún error todavía, de hecho, desde que nos prestamos a ello, los comentarios prácticamente cesaron. Ni siquiera la protagonista del post, Beatriz Sánchez Hernando, (que leyó la entrada ya que así nos lo hizo saber a través de un comentario en el grupo de Facebook de FAECAP) nos realizó indicación alguna.

Al final del post lanzamos una pregunta abierta, que parece haber supuesto el origen de ciertos malestares: ¿Es lícito que una única persona ocupe tantos cargos?

Pues bien, hoy vamos a contestarla, para nuestra desgracia como profesionales y como ciudadanos: SÍ, ES LÍCITO.

Y así nos va en este país.

Las personas muy muy muy inteligentes, en alguna ocasión, ven reconocida su capacidad y terminan ocupando un cargo de responsabilidad por el cual se desviven y al que dedican incontables horas. Estas personas no desean acumular cargos, ya que el sentido común indica que no es posible entregarse por igual si éstos se multiplican. Prefieren vivir con pasión su cargo.

Por el contrario, encontramos a las personas listas y, a menudo, bien apadrinadas, que ven reconocida su lealtad con una proliferación exponencial de cargos que, éstas sí, adoran coleccionar. Resulta evidente la oligarquía que se propicia con este gusto enfermizo por la colección indiscriminada de cargos representativos. Si una sola persona acapara seis títulos, está hurtando la posibilidad a otras cinco diferentes (más aún cuando los cargos son voluntarios: nadie está obligado a ostentarlos).

¿Dónde queda la deseable pluralidad en nuestras instituciones?.


#TomaTuColegio



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